La protagonista de
“La Bruja” (Anya Taylor-Joy) a la que ya augurábamos un futuro repleto de películas
regresa con un nuevo personaje misterioso, “Morgan”.
Morgan es una niña creada en un laboratorio y aunque nunca
se dice, parece claro que su creación está relacionada con su uso como arma
humana.
Ha sido educada con amor pero algo en su interior le lleva a
abrazar la violencia.
Así es que una tenebrosa corporación dueña de los derechos
sobre su creación e investigación va a mandar a sus expertos en comportamiento
para analizar lo que ha fallado en su producto.
Por momentos me ha recordado a la niña encerrada de
“Species” o a “Hanna” y los interrogatorios de “Blade Runner” o muchas otras
pelis de pseudofilosofía sobre los límites entre lo humano y lo que no lo es.
La película parece prometer grandes dosis de acción pero
acabamos inmersos en una historia que intenta demostrar que el mayor
sentimiento humano es el amor materno.
Este es el punto dónde la decisión sobre si la película te
gusta o no puede diferir.
Si has visto el tráiler… ya estás predispuesto a ver una
peli de acción y terror con lo cual posiblemente te sientas un tanto
decepcionado al ver que los minutos van
pasando y esta no llega (aunque en honor a la verdad hay que tener paciencia,
pues si que la hay).
Si no sabes nada sobre la trama y te enfrentas a ella con la
mirada limpia te encontrarás con un thriller muy bien construido, dónde la
tensión va creciendo hasta un desenlace cargado de violencia y un final que pretende ser sorprendente aunque
si eres observador ya te lo habrás imaginado mucho antes.
Sea como sea, “Morgan” me parece un buen entretenimiento que
sobresale sobre la mayoría de películas de acción con guiones de mercadillo.
