domingo, 24 de mayo de 2015

601.- Wayward Pines


No se muy bien cómo afrontar mi crítica hacia Wayward Pines.
Me da la sensación de que debo darle un poco más de tiempo, algunos capítulos más, pero por otro lado me temo que va a ser un error.
No entraremos en los detalles formales de la serie, en la mayoría de las producciones americanas para cadenas importantes, en este caso la FOX, eso lo tienen muy superado. Ya sabemos que los actores son buenísimos Matt Dillon, Melissa Leo, Carla Gugino, Terrence Howard y tampoco nos van a reparar en gastos con las localizaciones. En la producción se ve que el dinero fluye con generosidad, que todo está filmado estupendamente.
También estaba claro que nos iban a poner el caramelito misterioso de M. Night Shyamalan (El 6º Sentido) como director, aunque finalmente solo dirige el primer episodio y pasa a ser uno más de los muchos productores.


Así es que hay que dejarse de tonterías y sencillamente decidir si la serie nos gusta o no.
Y yo aún no lo he decidido, aunque me voy decantando hacia el NO.

Mi sensación es que es la enésima intentona de conseguir el éxito en calidad y cantidad de “LOST”, ese primerísimo plano de un ojo que abre la serie es toda una declaración de intenciones, pero que una vez más se van a quedar en un par de temporadas y un batiburrillo de ideas que nos dejarán confundidos y cabreados.
Tiene detalles que te llevan a pensar en “La Cúpula”, en las dos versiones de “El Prisionero”, una ligera estética a lo “Twin Peaks”, en resumen, todas esas series que nos han mostrado una localidad llena de misterios dónde no sabemos si estamos muertos, vivimos una pesadilla, entramos en coma, hemos sido abducidos por extraterrestres o pasamos a una dimensión desconocida.
Por de pronto están en una ciudad absolutamente aislada, dónde muchos de los protagonistas no saben cómo han llegado, y dónde inmediatamente queda claro que no va a ser fácil salir. Hay amigos y enemigos y muchos personajes que poco a poco irán apareciendo.


Hay una historia muy rara de líneas temporales, ya que algún personaje cree que estamos en 2014 y otro que aún está Clinton en la presidencia.
La gente parece ser feliz pero tienen reglas muy parecidas a las que tienen las sectas, y si no se cumplen te matan.
De vez en cuando entramos en la realidad, dónde la esposa y el hijo del protagonista (Matt Dillon) quieren saber que ha sido de su padre.
Muchos enigmas que por ahora se sostienen por las buenas interpretaciones y una trama en constante movimiento que nos ha dado alguna que otra sorpresa truculenta, pero que tarde o temprano tendrá que frenar para mostrarnos algo más.

Y no creo que consigan interesarnos hasta el punto de querer estar varias temporadas intentando descifrar el misterio de Wayward Pines.


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